UNA BODA EN INVIERNO

Hola, qué ganas tenía de sentarme a escribiros!

Siempre os hablo de interiorismo, pero ya sabéis que otra de mis debilidades es la organización de bodas, y me apetecía mucho hacer un post sobre ello. Las bodas y la decoración están estrechamente relacionadas por eso hice los dos cursos de wedding & events planner, porque me fascina el mundo bodas y todo lo relacionado con el romanticismo.

Si queréis que vuestra boda sea espectacular, deberéis cuidar cada detalle, su decoración y su escenografía. Si deseáis que vuestros invitados nunca olviden vuestro enlace, hacedles vivir una experiencia única y quedaran sorprendidos con total seguridad.

Os hablaré de las bodas de invierno. ¿Qué mejor experiencia que saliros de la norma y casaros en invierno?

Uno de los pasos más importantes antes de planificar una boda es tener claro el presupuesto con el que contamos. Pues bien, os diré que las bodas de invierno pueden reducirse a la mitad, ya que en el ámbito nupcial es considerada esta estación como temporada baja y podréis disponer de descuentos y promociones en todos los proveedores: flores, música, restaurantes, etc....

Valorar esta idea, ya que el frío invierno os dará la posibilidad de escoger parajes inolvidables y hacer fotografías de película.

¿os imagináis casaros en este escenario de ensueño?

El invierno nos da la oportunidad de hacer combinaciones fantásticas, donde los colores fríos predominarán y darán un toque de glamour y elegancia. Siempre prevalecerá el blanco, aunque también podéis trabajar con otras tonalidades como el granate, el verde pino, los marrones; también podéis jugar con el blanco y el dorado o con el blanco y el cobre y usar una gama más metalizada.

Abrid vuestra mente y llevad el invierno a cada rincón. Dejad que la nieve, los troncos, las piñas, los farolillos tomen protagonismo.

Podéis hacer centros de mesa con piñas y troncos esprayados de blanco que simulen la nieve y que vosotros mismos hayáis recogido en el campo. No puede haber nada más bonito y más low cost a la vez.

Haced también un sitting table temático y seguid con el mismo concepto, piñas, nieve, letra con tipografía romántica...

y ¿qué os parece esta idea con el número de mesa en una SNOWBALL?

Es imprescindible escoger bien el lugar de la celebración, ya que al ser pleno invierno deberá estar bien aclimatado, creando un ambiente cálido y confortable. Por eso podéis sorprender a los presentes con detalles como pashminas, mantas o guantes. Un detalle para vuestros invitados que además de ser un bonito recuerdo será útil.

Dad vida a cada momento, y dejad que la magia del invierno os acompañe en cada detalle. Tirad en vez de arroz confetti de nieve!

Llevad el invierno al extremo y en la mesa confeccionad un menú acorde a la estación donde abunden los platos al horno, las cremas calentitas, las guarniciones con verduras y hortalizas llenos de sabor y color. Y para la tarta de novios, una decoración invernal, con nata que simule nieve y con decoración donde predomine el blanco.

Sorprended a vuestros invitados con una taza de chocolate calentito...

Y por último hablemos de la NOVIA. ¿Quién dice que una novia en invierno no puede estar guapa?

Elegid un traje de manga larga, y acompañadlo de una capa o abrigo blanco. Hay boleros de pelo blanco fantásticos.

El ramo no puede faltar, y podéis darle el toque invernal decorándolo con piñas, o ramas de pino, flores de algodón y hasta un poco de nieve artificial para darle el toque.

Con este romántico post espero haberos convencido de que las bodas invernales son una fantástica idea para aseguraros la diferencia. Son sencillamente únicas y especiales, no menos románticas y además mucho más asequibles.

Muy pronto la mía...